Puntos importantes:

  • La vasectomía es una intervención sencilla y efectiva que habitualmente se realiza de forma ambulante y bajo anestesia local.
  • Pueden aparecer complicaciones o efectos secundarios en hasta un 10% de los pacientes.
  • En menos del 1% de los pacientes las complicaciones tendrán la consideración de graves o severas.

Es muy habitual considerar la vasectomía como un procedimiento quirúrgico muy sencillo y, consecuentemente, exento de complicaciones o efectos secundarios. Pero para hablar sobre ello, lo primero que debemos dejar claro es a qué llamamos efectos secundarios.

¿Qué entendemos por complicaciones y por efectos secundarios?

Los efectos secundarios son consecuencias no deseadas pero inevitables, originadas por un procedimiento quirúrgico o por cualquier tratamiento. El efecto secundario es inherente al procedimiento que lo ocasiona (aunque no siempre tiene por qué aparecer).

Dependiendo de su repercusión e importancia podemos considerarlos como leves, moderados o graves.

Las complicaciones se producen de manera fortuita y accidental e implica que ha ocurrido algún problema inesperado en la evolución, independientemente del motivo que lo haya originado. También podemos clasificar las complicaciones como leves, moderadas o graves.

Así pues, antes de tomar la decisión de someterse a una intervención quirúrgica se debe evaluar el beneficio que se pretende obtener y los riesgos que implica la cirugía, tanto en lo referente a efectos secundarios como a complicaciones.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la vasectomía?

La formación de un granuloma en la zona de la ligadura del conducto deferente es un efecto secundario muy habitual. Consiste en una reacción fibrosa de cicatrización que se origina alrededor de la zona donde se han cortado los conductos deferentes. El paciente notará la presencia de un pequeño nódulo, del tamaño de un garbanzo, en el escroto, junto a la cicatriz de la cirugía. Si ese granuloma produce dolor o molestias crónicas, entonces ya hablamos de una complicación.

La hemospermia, es decir, la presencia de sangre en el semen, es también un efecto secundario relativamente frecuente tras la vasectomía. Suele ser algo temporal y carece de importancia en la mayor parte de los pacientes.

La modificación en el aspecto y consistencia del semen sería otro efecto secundario. Normalmente resulta inapreciable, pero en algunos pacientes es más llamativo y evidente.

También es un efecto secundario habitual la aparición de anticuerpos anti-espermatozoide séricos.

Estos se forman al ponerse en contacto los espermatozoides, durante la intervención, con el sistema inmunológico propio. Estas células están aisladas de dicho sistema inmunológico por la llamada barrera hemato-testicular, que necesariamente se rompe durante la cirugía de la vasectomía.

La aparición de estos anticuerpos no tiene ninguna repercusión para el paciente. Solamente puede tener cierta trascendencia en aquellos pacientes que se arrepientan y deseen volver a tener hijos tras haberse realizado la vasectomía.

¿Cuáles son las complicaciones de la vasectomía?

Una de las complicaciones más habituales es que la herida sangre y se forme un hematoma en el escroto. Esta es una complicación frecuente pero que raramente tiene repercusión importante. En la mayor parte de los casos no es necesario hacer nada salvo vigilar la evolución.

En ocasiones el hematoma logra abrirse camino a través de la cicatriz y drenar su contenido al exterior, lo cual es muy llamativo y aparatoso pero facilita la resolución del problema.

Como en cualquier cirugía, siempre existe el riesgo de que la herida se infecte. Sin embargo esta es una complicación muy poco habitual en el caso de la cirugía de vasectomía por lo pequeñas y poco profundas que son estas heridas.

La reanastomosis o recanalización espontánea de los conductos deferentes es una complicación muy infrecuente (0,03 – 0,3%) pero de gran trascendencia ya que podría ser causa de nuevos embarazos.

Para evitar esta posibilidad se deberán solicitar seminogramas de control postquirúrgicos que nos permitan detectar esta posibilidad y actuar en consecuencia.

Otra de las complicaciones importantes de la vasectomía es la aparición de un dolor testicular crónico.

Este puede tener un origen múltiple: granuloma de la herida doloroso; el aumento de la presión en el epididimo por acúmulo de espermatozoides y secreciones por delante de la zona de sección del conducto deferente; inflamación testicular; etc.

Este dolor crónico suele remitir con el tiempo, pero en un pequeño porcentaje de pacientes, inferior al 1%, puede ser permanente y muy incapacitante.

Mitos de la vasectomía

Disminución del deseo sexual y erecciones

Muchos hombres temen que tras realizarse una la vasectomía van a empezar a tener disminución de la libido o, peor aun, sus erecciones ya no serán como antes. Esto es totalmente falso, la vasectomía no tiene ninguna repercusión ni sobre la líbido ni sobre la capacidad eréctil.

En los hombres que manifestan tener problemas de impotencia o disminución del deseo sexual después de una vasectomía, por lo general, estos se deben a trastornos psicológicos u otras enfermedades asociadas (hipertensión arterial, mala circulación sanguínea, diabetes, etc). Puedes ver aquí más sobre disfunción sexual.

Problemas relacionados a la anestesia

Es habitual que las personas tengan cierto temor a los pinchazos de la anestesia local en el testículo, creyendo que van a ser muy dolorosos. Normalmente esto no es así y la anestesia es muy bien tolerada.

También se puede recurrir a una sedación durante la cirugía que evite este trance a los pacientes. Otra estrategia es utilizar medicación preanestésica para disminuir la ansiedad que esta circnstancia genera en los pacientes.

Embarazo después de una vasectomía

En este punto hay que tener en cuenta dos circunstancias diferentes. En primer lugar, hay que advertir a los pacientes de que en el semen van a persistir espermatozoides durante unas cuantas semanas, hasta que se vacien las vesículas seminales.

Normalmente se considera que durante 2-3 meses o 20-30 eyaculaciones, segirá siendo posible encontrar espermatozoides en el ayaculado de un paciente vasectomizado.

Por este motivo se recomienda hacer seminogramas de control postquirúrgicos hasta que se obtenga una muestra con azoospermia (ausencia de espermatozoides). A partir de ese momento se podrá dejar de utilizar métodos anticonceptivos alternativos.

En segundo lugar, es posible que se produzca una recanalización de alguno de los conductos deferentes seccionados durante la intervención.

Esta posibilidad es muy improbable, pero ocurre en un 0,03% de las vasectomías. Para evitar esa posibilidad se puede recurrir a la realización de seminogramas de control cada 1,5-2 años.

Riesgo de enfermedades cardiovasculares o de cáncer (testicular y/o próstata)

No hay ningún estudio serio que haya podido demostrar estas relaciones. Son afirmaciones totalmente infundadas y sin ningún valor.

La vasectomía es un proceso irreversible

Si bien la vasectomía debe ser considerada un procedimiento definitivo y permanente, existen técnicas de microcirugía que permiten reconstruir el conducto deferente para recuperar la fertilidad en más del 70% de los casos.

Por tanto, hoy en día podemos afirmar que la vasectomía es posible revertirla en un elevado porcentaje de casos.

Referencias

1. Untiveros C, Mauricio J. Consecuencias a largo plazo de la vasectomía, en varones operados en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. RevMedHered 2004; 15(3):131-135. Disponible en: scielo.

2. Hernández-Aguilera R, Marván-Garduño M. La vasectomía desde una perspectiva psicosocial. Perinatología y reproducción humana, 2015, 29 (1): 30-35. Disponible en: elsevier.es/

3. Romero P, Merenciano F, Rafie W, Amat M, Martínez M. La vasectomía: estudio de 300 intervenciones. Revisión de la literatura nacional y de sus complicaciones. Actas Urol Esp, 2004; 28 (3): 175-214. Disponible en: scielo

4. Muñoz Pérez Marco Antonio, López Portillo Armando, Velasco Morales Sergio. Conocimientos, actitudes y creencias entorno a la elección de la vasectomía en ecatepec-méxico. Rev CientCienc Méd, 2017; 20 (2): 33-39. Disponible en: scielo.