Urólogo privado madrid

Blog

Información y actualidad sobre Urología

¿Es necesario siempre operar un cáncer de próstata?

Operar Cáncer de Próstata

Hoy vamos a hablar sobre la operación de cáncer de próstata, ¿es siempre necesaria?

No siempre es necesario operar el cáncer de próstata. Se ha comprobado que muchos tumores de próstata tienen una evolución muy lenta o incluso no van a llegar nunca a dar la cara si los dejamos sin tratar, por lo que sería planteable ofrecer a estos pacientes lo que se denomina “vigilancia activa”.

La “vigilancia activa” consiste en realizar un seguimiento periódico del paciente diagnosticado de cáncer de próstata, cada 3-4 meses, valorando fundamentalmente la evolución del PSA. En caso de progresión del cáncer, el paciente deberá abandonar la vigilancia activa y se le propondrá un tratamiento que erradique completamente su cáncer, ya sea cirugía (prostatectomía radical) o radioterapia. Tanto la prostatectomía radical como la radioterapia tienen importantes complicaciones y efectos secundarios,
por lo que es fundamental ofrecer estas alternativas solamente en caso de ser estrictamente necesario.

La decisión de proceder con la cirugía o adoptar una actitud de vigilancia activa depende de varios factores:

  1. Estadio del cáncer: Normalmente, solo se ofrecerá la opción quirúrgica en caso de tumores localizados, limitados a la próstata. Los tumores localmente avanzados (que se han extendido por fuera de la próstata) o los tumores metastásicos (que se han extendido a otras partes del cuerpo), no deberían ser tratados con cirugía. Tampoco serán candidatos a vigilancia activa estos pacientes con tumores más avanzados.
  2. Grado y agresividad del cáncer determinado por la Puntuación de Gleason: Esta puntuación evalúa la agresividad del cáncer basado en la apariencia microscópica de las células cancerosas. Los valores van de 6 (menos agresivo) a 10 (más agresivo). Los tumores con puntuación baja (6 ó 7) podrían ser susceptibles de una vigilancia activa.
  3. Niveles de PSA (Antígeno Prostático Específico): Niveles elevados de PSA pueden indicar que el cáncer es más agresivo o el tumor está más extendido.
    Si los valores de PSA son elevados, normalmente no será posible la opción de la vigilancia activa.
  4. Edad y salud general del paciente:
    o Esperanza de vida: Pacientes mayores con otras condiciones de salud graves pueden beneficiarse más de la vigilancia activa.
    o Comorbilidades: Otras enfermedades pueden influir en la decisión.
  5. Preferencias y calidad de vida del paciente: Informaremos detalladamente al paciente de todas estas cuestiones: opciones; efectos secundarios de la cirugía o la radioterapia; necesidad de un control periódico; etc.

Las pruebas y evaluaciones que se deben solicitar a un paciente para definir la actitud terapéutica y valorar la posibilidad de realizar una vigilancia activa de su tumor incluyen:

  1. Biopsia de próstata: Que nos va a determinar el grado de Geason del cáncer además de otros posibles factores pronósticos como: porcentaje de afectación de la próstata; infiltración vascular, linfática o nervisosa; infiltración de la cápsula prostática; etc.
  2. Resonancia Magnética Multiparamétrica (mpMRI): Proporciona imágenes detalladas de la próstata para evaluar la extensión del cáncer.
  3. Tomografía por Emisión de Positrones (PET): Puede ser útil en ciertos casos para detectar cánceres avanzados con metástasis
  4. Pruebas genéticas y moleculares (Decipher®, Oncotype DX® Prostate, y Prolaris®): Son pruebas que analizan la expresión genética del tumor para predecir el comportamiento del cáncer y ayudar a guiar las decisiones de tratamiento. Pueden ser muy útiles para decidir adoptar una vigilancia activa o descartarla y optar por otras alternativas. Normalmente combinan datos clínicos; de la anatomía patológica y analítica de sangre.
  5. Evaluación de la velocidad del PSA: La rapidez con la que aumenta el PSA con el tiempo. Cuanto mayor sea la velocidad de duplicación del PSA, más agresivo es el tumor, haciendo necesario un tratamiento más agresivo.
    Como conclusión, podemos decir que la decisión de operar o no el cáncer de próstata debe basarse en una evaluación cuidadosa y personalizada de múltiples factores. Es fundamental discutir todas las opciones con el paciente para tomar una decisión informada que equilibre los beneficios del tratamiento con los posibles efectos secundarios y su calidad de vida.