La presencia de sangre en la orina, conocida médicamente como hematuria, es un signo clínico que puede generar gran preocupación. En algunos casos, su causa es benigna y transitoria, pero en otros puede indicar una enfermedad subyacente que requiere atención médica inmediata.
Tipos de hematuria
Podemos clasificar la hematuria en dos grandes grupos, según su forma de detección:
● Hematuria macroscópica
La sangre es visible a simple vista. El paciente nota que la orina tiene un color rojizo, marrón o incluso similar al té.
● Hematuria microscópica
No es perceptible a simple vista y solo se detecta mediante análisis de orina o al observar la muestra al microscopio.
Ambas formas deben ser evaluadas por un especialista, aunque la hematuria macroscópica suele ser más alarmante y con mayor probabilidad de requerir estudios diagnósticos urgentes.
Principales causas de hematuria
A continuación, te explicamos las 10 causas más frecuentes de sangre en la orina:
1. Infecciones del tracto urinario (ITU)
Es una causa muy común, especialmente en mujeres. Incluye cistitis, uretritis o pielonefritis. Suele acompañarse de escozor, urgencia miccional o fiebre.
2. Litiasis urinaria (piedras en riñón, uréter o vejiga)
Las piedras pueden irritar o lesionar las paredes del tracto urinario. En caso de cólico renal, la hematuria puede ser macroscópica. En otros casos, sólo se detecta como microhematuria.
3. Hiperplasia benigna de próstata (HBP)
En hombres mayores de 60 años, el agrandamiento benigno de la próstata puede causar sangrado, sobre todo si existe una obstrucción significativa o inflamación.
4. Cáncer urológico
Uno de los diagnósticos que más preocupa. Tumores de vejiga, riñón, uréter o próstata pueden manifestarse en fases iniciales sólo con hematuria. Por eso es fundamental descartar causas oncológicas ante cualquier hallazgo.
5. Traumatismos o procedimientos médicos
Golpes en la zona lumbar o abdominal, sondajes urinarios o intervenciones quirúrgicas pueden dañar estructuras urinarias y causar sangrado.
6. Enfermedades renales glomerulares
Algunas enfermedades inmunológicas o inflamatorias del riñón (como glomerulonefritis, lupus o nefropatía por IgA) cursan con hematuria persistente, generalmente microscópica, y pueden asociarse a proteinuria.
7. Alteraciones en la coagulación o tratamiento anticoagulante
Pacientes con tratamientos como aspirina, heparina o anticoagulantes orales pueden presentar sangrados más fácilmente. También ocurre en personas con trastornos como hemofilia o púrpura.
8. Ejercicio físico intenso
Aunque poco frecuente, el ejercicio de alto impacto (como correr maratones) puede causar una hematuria transitoria. Suele resolverse por sí sola al cesar la actividad.
9. Malformaciones congénitas o vasculares
Algunas personas presentan anomalías en el desarrollo del riñón (como el riñón en esponja medular) o vasos anómalos que pueden provocar hematuria.
10. Cistitis intersticial
Es una forma de inflamación crónica de la vejiga que, en algunos casos, puede generar pequeñas pérdidas de sangre en la orina, además de dolor pélvico y urgencia miccional.
¿Qué hacer si tienes hematuria?
Siempre que observes sangre en la orina —ya sea visible o detectada en un análisis—, es importante consultar con un urólogo. La clave está en realizar un diagnóstico adecuado, ya que el tratamiento dependerá directamente de la causa.
En algunos casos, será necesario realizar una ecografía, una cistoscopia o una tomografía para descartar lesiones importantes.
Preguntas frecuentes
¿La hematuria siempre indica algo grave?
No. Muchas veces se debe a causas benignas como infecciones o esfuerzo físico. Pero siempre debe estudiarse para descartar patologías graves.
¿Qué estudios se hacen para diagnosticar la causa?
Análisis de orina, citologías, ecografías renales y vesicales, tomografía y cistoscopia son las pruebas más habituales.
¿Cuándo debo acudir con urgencia al médico?
Si hay coágulos, dolor intenso, fiebre o sangrado persistente, es necesario acudir cuanto antes a urgencias o consultar con un especialista.