El tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para la cistitis intersticial (CI) es una terapia regenerativa emergente que se basa en el uso de los factores de crecimiento y otras proteínas bioactivas, presentes en el PRP, para promover la reparación de los tejidos dañados y reducir la inflamación. En este vídeo te vamos a contar cómo funciona este tratamiento y su aplicación en la CI.
El PRP es una concentración de plaquetas en un pequeño volumen de plasma. Las plaquetas contienen numerosos factores de crecimiento y proteínas que son esenciales para la reparación y regeneración de los tejidos. El PRP se obtiene mediante un proceso de centrifugación de la sangre del paciente para concentrar las plaquetas. Los mecanismos implicados en el de Acción del PRP
- Liberación de Factores de Crecimiento:
- Las plaquetas liberan factores de crecimiento como el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), el factor de crecimiento transformante beta (TGF-β), y el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), entre otros.
- Estos factores de crecimiento ayudan a estimular la proliferación celular, la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis), y la síntesis de colágeno. Todos estos procesos son esenciales para la reparación de los tejidos.
- Reducción de la Inflamación:
- El PRP también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación crónica presente en la CI.
- Modulación del Dolor:
- Los factores de crecimiento y las proteínas bioactivas en el PRP pueden ayudar a reducir el dolor al promover la curación de los tejidos y reducir la inflamación.
Los pacientes pueden requerir varias sesiones de tratamiento con PRP para lograr una mejora significativa. La frecuencia y el número de sesiones dependen de la severidad de las lesiones vesicales y de la respuesta individual al tratamiento. El tratamiento con PRP es un tratamiento seguro, ya que utiliza la propia sangre del paciente, lo que minimiza el riesgo de reacciones adversas.