Las infecciones del tracto urinario (ITU) son una de las razones más comunes por las que las mujeres acuden al urólogo o al médico de atención primaria. Aunque pueden afectar a cualquier persona, lo cierto es que las mujeres tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir este tipo de infecciones a lo largo de su vida. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué diferencias existen entre hombres y mujeres en cuanto a su frecuencia y gravedad? En este artículo te lo explicamos de forma clara y estructurada.
Diferencias anatómicas: la clave principal
La principal razón por la que las mujeres sufren más infecciones urinarias tiene que ver con su anatomía:
- La uretra femenina es mucho más corta que la masculina: mide entre 3 y 4 cm, frente a los 15-20 cm de los hombres. Esto hace que las bacterias tengan un trayecto mucho más corto para llegar a la vejiga.
- La cercanía de la uretra al ano y la vagina también favorece la colonización por bacterias intestinales como Escherichia coli, que son responsables de la mayoría de las infecciones urinarias.
Estas dos características hacen que las bacterias tengan más facilidad para acceder a la vejiga y multiplicarse allí, provocando lo que conocemos como cistitis.
¿Qué tan comunes son las infecciones urinarias en mujeres?
Más del 50 % de las mujeres tendrán al menos una infección urinaria a lo largo de su vida, y muchas de ellas sufrirán recurrencias. Algunos estudios indican que una de cada cuatro mujeres tendrá más de una infección al año.
Las infecciones son especialmente comunes en momentos concretos:
- Durante la actividad sexual, por el movimiento mecánico y los cambios en el entorno vaginal.
- Tras la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, que altera el equilibrio de la flora vaginal.
- En situaciones de estrés, cambios hormonales, diabetes o inmunosupresión.
¿Qué ocurre en los hombres?
En hombres jóvenes sanos, las infecciones urinarias son poco frecuentes. Cuando ocurren, suelen estar asociadas a:
- Obstrucciones urinarias (como la hiperplasia benigna de próstata).
- Presencia de sondas o manipulaciones previas del tracto urinario.
- Enfermedades neurológicas que afectan la micción.
En cambio, a partir de los 65 años, la frecuencia de las infecciones urinarias aumenta también en hombres, y muchas veces se presentan de forma más complicada (con fiebre, afectación renal o necesidad de hospitalización).
¿En qué se diferencian las infecciones entre hombres y mujeres?
- En las mujeres, las infecciones suelen ser más frecuentes pero más leves. La mayoría son cistitis no complicadas, fáciles de diagnosticar y tratar.
- En los hombres, aunque son menos comunes, suelen ser más graves, y requieren un estudio más detallado para descartar causas subyacentes como obstrucciones o prostatitis.
Conclusión
La mayor frecuencia de infecciones urinarias en mujeres se debe fundamentalmente a su anatomía. A pesar de ser comunes, no deben normalizarse, ya que pueden tratarse y prevenirse. Una valoración adecuada permite mejorar la calidad de vida de quienes las sufren con frecuencia.
Preguntas frecuentes sobre infecciones urinarias en mujeres
¿Las infecciones urinarias se pueden prevenir?
Sí. Existen medidas preventivas eficaces como aumentar la ingesta de agua, orinar después de las relaciones sexuales, evitar productos irritantes, y en algunos casos, el uso de arándano rojo, probióticos o terapia hormonal local.
¿Por qué algunas mujeres tienen infecciones repetidas y otras no?
Esto puede deberse a factores individuales como la anatomía, los hábitos higiénicos, la flora vaginal, antecedentes familiares, el uso de ciertos anticonceptivos, o la menopausia.
¿Cuándo hay que acudir al urólogo?
Si sufres más de dos infecciones urinarias en seis meses, o más de tres en un año, si hay sangre en la orina, fiebre, dolor lumbar o los síntomas no mejoran con tratamiento, es fundamental acudir al especialista para una evaluación completa.
¿Quieres saber más sobre cómo prevenir las infecciones urinarias recurrentes? En el Instituto Urológico IGB te ayudamos a entender tu caso y a encontrar la mejor solución.
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